La artrosis es una enfermedad dolorosa y que puede llegar a ser incapacitante. La artrosis viene provocada por la inflamación del cartílago, esas
almohadillas que protegen los extremos de los huesos, y que les permiten
rozarse entre sí sin problemas. En caso de artrosis, los agentes
inflamatorios de las articulaciones destruyen el cartílago, que se
fisura, se agrieta y puede incluso llegar a desaparecer por completo,
dejando el hueso desnudo. Al realizar cualquier movimiento, los extremos
de los huesos se frotan directamente unos contra otros, lo que provoca
dolor y aumenta la inflamación de sus
articulaciones.
Los antiinflamatorios resultan muy útiles en un primer momento, reduciendo el dolor y mejorando la movilidad. El problema es que sólo están enmascarando el problema, el cartílago sigue desgastándose, nada más que ya no se nota. La alternativa natural contra el dolor provocado por la artrosis es el
harpagofito. Esta planta africana ha sido objeto de varios estudios en los que se ha comprobado que el harpagofito tendría el mismo nivel de eficacia que los
medicamentos convencionales para calmar el dolor
provocado por la artrosis. Para reducir la inflamación, el
jengibre parece tener efectos sorprendentes y para completar la terapia contra la artrosis es recomendable tomar
ácidos Omega 3 que permiten frenar la enfermedad. Los Omega-3 son una familia de ácidos grasos que se encuentran en
vegetales de hoja verde, en determinados
frutos secos (en especial las nueces), pescados grasos (anchoa, arenque,
caballa, sardina, salmón), en las semillas de lino y en los aceites de
colza, nuez y lino. Una vez absorbidos, estos ácidos grasos generan sustancias que tienen potentes propiedades antiinflamatorias.
Por último, hay dos sustancias que podrían ayudar a revertir el desgaste del cartílago, en caso de que la enfermedad se detecte a tiempo. Se trata de la
glucosamina y condroitina. Desde hace más de 20 años, la mayoría de estudios concluyen demostrando
la eficacia de los suplementos de glucosamina para aliviar el dolor en
caso de artrosis leve o moderada. Esta mejoría aparece en un plazo de 2 a
8 semanas y persiste durante varias semanas
más después de interrumpir el tratamiento. Esto se debe al efecto
antiinflamatorio de la glucosamina.
Si sufre usted de artrosis, vale la pena explorar estos remedios naturales con los que no verá los negativos efectos secundarios de los antiinflamatorios comunes.